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"La interminable reiteración de la mala fortuna de Martín, y algo raro con los domingos" - por Bruno Tortarolo.

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Mensaje por Ron Weasley Mar 20 Abr 2010, 00:54

La interminable reiteración de la mala fortuna de Martín, y algo raro con
los domingos.


"No entiendo por qué no hacen los partidos de fútbol, un jueves a las 15:30hs, por ejemplo. O por qué la tradición del "asado dominguero", no se celebra los miércoles a la hora de la cena. Es decir, entiendo todo eso, el por qué de esos acontecimientos en sus respectivos contextos. Pero hacen que los domingos sean TAN jodidamente deprimentes. Quizá si éstos últimos carecieran de tales celebraciones características como las que nombré, no serían tan terribles. Pero, ¿qué pasaría con los otros días de la semana? Si se repartieran las actividades de ese día entre los otros seis, entonces quizá el sentimiento suicida que despierta en mi el domingo, se aliviaría (como cuando le ponés más de 1L. de agua a un sobre de jugolín). Y en vez de rogar por un ómnibus para que me atropelle, quizá me tajeara las muñecas una vez por día. Salvo en domingos, claro está.
El domingo sería mi día libre. Un día en el que no repararía en nada que pudiera alterar negativamente mi estado de ánimo. No es tarea fácil, así que bien podrían darme un poco de crédito, ¿no les parece? No es que se los pida. Pero a veces viene bien un poco de ánimo, algún que otro estímulo para seguir adelante.
A nadie le gusta estar solo. Ni a la persona más curtida, le gusta genuinamente. O sea, puede gustarte la tranquilidad de la soledad durante un lapso determinado. Pero seguro que al final, si no retomás los vínculos con otros, la desesperación va a empezar a tomar protagonismo. A tal punto que las consecuencias pueden llegar a ser extremas. Y francamente, ningún extremo es mi favorito..."


Eso pensaba Martín mientras le preguntaba al dueño de un Fiat Uno azul y con la puerta rayada, si le podía lavar los vidrios. Procurando eliminar todo signo de prepotencia de su voz. Y es que en sus buenos años, detestaba que los ahora "colegas", encararan violentamente y sin mesura sobre su auto para que, antes de siquiera poder decirles que no estaba interesado, ya le estuvieran reclamando la paga de los servicios otorgados y su parabrisas chorreara agua espumosa. Que vaya a saber Dios, con qué detergente berreta harían la mezcla.
Basándose en su experiencia, Martín se comportaba como él consideraba que era el mejor modo de atender a los conductores acalorados de los domingos de enero, y la verdad es que lo hacía bien. Era muy respetuoso, siempre parecía limpio. Aunque claro, eso era algo que costaba (tienen que suponer en los segundos pisos de los edificios sin terminar y abandonados, los habitantes no disponen de muchos recursos. El agua es uno de ellos). Siempre se lo veía sonriente, y tenía toditos los dientes. Nunca pero nunca, insultaba si estaba trabajando.
Era de esas personas fácilmente descriptibles, dignas de ser un dibujito. Era largo y flaco, tenía también un cuello largo. Los brazos eran hasta más largos de lo normal -lo que en su trabajo le proporcionaba grandes ventajas-.Tenía el pelo violeta, asombrosamente. Si, violeta. Ojos celestes, o al menos uno, ya que tenía un parche en su ojo izquierdo. Voluminosas orejas, y siempre cambiaba de ropa según lo que le dieran, o consiguiese. Bajo ninguna circunstancia se lo veía a más de 5 metros de distancia de su trofeo de "2 Estrellas, categoría '71 Campeón del '83". Era su tesoro. Lo único que guardaba de su otra vida. Lo único que todavía apreciaba de su otra vida.
Era verdaderamente obsesivo, de hecho. Al punto de perder un ojo por él. Y es que sí, su ojo izquierdo se lo habían arrancado con un destornillador de paleta, una vez que otro "limpiavidrios" le había escupido el trofeo y Martín se había lanzado furibundo sobre el agresor. No tengo más detalles sobre eso, pero por lo que sé, fué terriblemente asqueroso. Y no solo por lo del ojo. La otra persona terminó peor.
Sin más desvíos, voy a tratar de empezar a contar la historia de por qué Martín llegó a ser lo que es ahora:
En 1994 terminó su carrera de psicología. Nunca había perdido un año. Siempre fué un buen alumno, y aunque no uno excepcional, uno muy dedicado.
Su madre se había enfermado cuando el estaba en 3º de liceo. Algún tipo de hepatitis. Su estabilidad económica se estaba yendo por el caño. Su madre indispuesta, y su padre sin trabajo fijo, hacían que la vida diaria, se volviera más austera cada vez. Su abuela con su jubilación, era el ingreso más sólido en la familia.
Un hermano mayor borrado, que cuando pasaba por la casa no hacía más que desquitarse con él su angustia y penas. Naturalmente, el padre de Martín no vivía en casa. Se había separado de su madre cuando el tenía 8 años. Él lo había afrontado bastante bien. Casi que impertérrito.
Y si sería orgulloso, que nunca jamás acudió a alguien por ayuda, o siquiera para desahogarse. Tratando de crecer rápido (más de lo saludable), para poder ser de verdadera ayuda. Cuando pasó a 5º de liceo, consiguió trabajo en una mueblería. Era un trabajo agotador, y no le gustaba mucho. Pero era un trabajo al fín. El sueldo le bastaba como para sostener a la familia en condiciones aceptables junto con la jubilación de la abuela, claro.
Parecía que la tormenta no iba a amainar nunca. Y cuando mostraba signos de calma, no era más que para atacar más fuerte. Eso era regla. No tuvo más que acostumbrarse a ese hecho para poder seguir caminando.
Un año antes de recibirse, su madre falleció. Esperando un transplante de hígado que nunca llegó. Y su abuela se fué conjuntamente. Con 83 años, y dos infartos previos, la conmoción la hizo reventar. Esta vez para bien -o para mal, pero definitivamente-. Su hermano desapareció y no volvió a verlo. Estaba solo.
Lloró y moqueó. Se organizó y lidió con todo el papeleo requerido. Pero eso fué todo. El tenía planes, y nada más de lo mismo iba a hacer que los cancelara. Su carrera en psicología no había sido para ejercer de psicoterapeuta. Sus conocimientos serían derivados, junto con su carisma, al gran oficio de vender autos.
Era un proyecto que de cumplirse, le proveería de grandes lujos. O al menos así pensaba. El tema era que en un país tercermundista, el negocio de vender autos, no era del todo rentable. Suponiendo la cantidad de concesionarias competidoras, y la cantidad de empleados trabajando en las mismas, las comisiones, no eran la gran maravilla. Claro que estos eran factores en los que nunca había reparado.
Era el mejor vendedor. Pero de todos modos, no la llevaba de arriba. La vida a la que aspiraba costaba más de lo que sus recursos le permitían. Suponía que después de una tan ajetriada infancia, lo menos que se merecía era una gran cantidad de lujos frívolos y "objetos brillantes"-demás está decir que él no los consideraba de ese modo-. Necesitaba llenar el vacío. Saciarse de algún modo. Y quizá le hubiera funcionado si su presupuesto hubiera sido mayor. Lo que pasó fué que se fundió. Solicitó un préstamo a su jefe, que se lo patinó en el casino. Al no poder devolver el dinero, Martín fué despedido. Sin plata y sin trabajo, terminó trabajando en la ferretería de Luís. Un primo 2º con el que nunca se llevó bien. Era francamente un sueldo de mierda, que no le daba para un carajo.
Éste Luis era un verdadero imbécil. No se le daba nada bien el hacer chistes. Por más que lo intentara forzosamente. Y tentaba a la paciencia de Martín cada vez que lo re intentaba.Que lo refrenaba de abrirle el cráneo con un hacha.
Los domingos le tocaba a Martín abrir la ferretería medio horario. Pero había algo raro en ese domingo, específicamente. Algo que no sabía bien que era. Hizo caso omiso a las sugerencias para quedarse en la cama que el subconsciente le daba, y se levantó para ir al trabajo. Cuando estaba en la parada del ómnibus y vió que venía el que le servía, sintió un retorcijón en el estómago y puteando para sus adentros, volvió corriendo al monoambiente del segundo piso en el que vivía para poder cagar. Estaba rabioso. No solo que ese ómnibus tenía una frecuencia de mierda y no pasaba casi nunca, sino que ya había salido tarde y ahora llegaba más tarde aún.
Los cordones desatados se le mojaban con el agua estancada entre las baldozas de la vereda, mientras caminaba. No había tiempo para atarlos.
De algún modo se las arregló para llegar. Pero no fué más que para llevarse otro disgusto. Cuando sacaba las llaves para abrir el primer candado de la persiana metálica del negocio, Luís lo llamó para decirle que no era necesario que fuera hoy a laburar. Que se quedara descansando. Ésto en vez de alegrarlo, lo hizo rabiar: "¿No podías decirlo más sobre la hora, no? Hijo de puta!", dijo después de haber cortado. Podría no haberse levantado en absoluto, pero no. Gastó plata en un taxi para llegar en hora, pudiendo haberse quedado durmiendo. Encolerizado como estaba, tiró el teléfono contra el piso y le saltó encima unas cuantas veces. Lo único reconocible que quedó de él, fué la parte del teclado con los números: "5", "6", "8" y "9". El resto bien podría haber sido identificado como lo que quedaba de un juguete o de cualquier otro aparato.
Llegó a su casa caminando. Una hora y media de caminata. Todo por ese re puto taxi. Cuando llegó no encontró nada. Todo vacío y roto. Espacios libres donde antes estaban sus pertenencias. Pertenencias que desencajaban con su actual apartamento, pero que alguna vez sí habían encajado. El water tapado hasta el borde con hojas de sus libros y la poca ropa que todavía le quedaba. Todo cagado y meado. Incluso un fallido intento de incendio en el colchón. Fué corriendo y abrió la tapa de la sisterna. Por suerte estaba todavía ahí. El trofeo del campeonato del '83. No volvería a separarse de él. Nunca más. Era demasiado riesgoso.
No lloró, ni se descontroló. Creo que ahí perdió el foco. Se perdió de todo. Pero de un modo temiblemente tranquilo -como el silencio de la música en las películas previo al abrupto cambio para asustar al público-. Simplemente tenía un trofeo. Un trofeo y nada más.
Se quedó ahí, en el apartamento hasta que el casero lo rajó. No le importaba tampoco. Estuvo como 2 meses tirado ahí, entre todo el desorden y la mugre. Después de todo, eso no hacía más que sumarse a lo que él ya estaba acostumbrado.
Ya hacía 10 años y medio que vagaba por Montevideo con el trofeo en una mano, y los "implementos de higienización y mantenimiento de parabrisas"-como los llamaba él- en una bolsa, en la otra.
Se convencía día a día de que su trabajo era el más importante del mundo. Que era el mejor en lo suyo. Y lo creía en verdad. Puede que fuera un poco mejor que el promedio, pero, ¿cuán lejos puede llegar un "limpiavidrios" en la vida? Está claro que no tanto como sus delirios. Pero eran estos delirios los que le hacían mantener cierta estabilidad emocional. La necesaria para no perder el control de las cosas, o querer matarse, al menos.
Lo irónico, es que Martín se murió aplastado por una aplanadora (valga la redundancia) de pavimento, mientras intentaba rescatar a su trofeo de ser aplastado. Nadie lo reclamó. A Martín, me refiero. Ni siquiera su primo Luis, quien creía que Martín había muerto años antes, cuando repentinamente dejó de ir a trabajar y no antendía su teléfono.
Naturalmente ese día, era un domingo. Y es que no había otro día. No podía ser otro día. Tenía que ser un domingo, para que la fortuna de Martín jugara nuevamente en su contra. Para que la regla que había regido toda su vida, se hiciera parte también en su muerte. Y, ¿qué peor que morir, para Martín, más que morirse un domingo? Quien sabe si después obtuvo descanso. Pero cualquiera que se jacte de tener sentimientos plenamente desarrollados desearía que así fuera después de conocer su historia.

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Como el otro, éste es otro más de mis cuentos. Y también como en el otro, la consigna es comenten lo que piensen, así tenga que ser destructor.
Espero les de para leer todo.
Muchas gracias por haber leído todo, si es que lo hicieron. ^^
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Mensaje por Moui Mar 20 Abr 2010, 08:35

lo leí hasta la parte de que cuenta como termino con el ojo arrancado por un destornillador xD...cuando tenga tiempo sigo leyendo

Pero de donde sacas o como se te ocurren esto ? XD
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Mensaje por Ron Weasley Mar 20 Abr 2010, 09:40

¿Qué te puedo decir, Moui? Básicamente son reflexiones mías. Cosas que pienso todo el tiempo, cuando estoy deprimido, cuando no. Lo disfrazo y exagero, para vestir a un personaje y crear la historia.
Pero en fín, si te pinta seguilo leyendo.
Gracias por empezarlo =)
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Mensaje por Euge Lovegood Mar 20 Abr 2010, 10:43

jaja, me encanto, y en cierto modo tiene razon!
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Mensaje por Romina Snape Mar 20 Abr 2010, 19:42

Me gusto mucho el personaje de Martin y todo lo que piensa (:
Como se te ocurrio todo esto?^^
"Naturalmente ese día era un domingo." es que tenia que ser asi xD!
Las reflexiones estan re buenas !!
Felicitaciones otra vez xD!!!!!!!!!!!
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Mensaje por Gabo M. D. Mar 20 Abr 2010, 20:16

Si el texto fue hecho espontáneamente, te felicito.
Sino, tambien. Felicitaciones.
La forma en la que escribis atrapa. Además me encantan los textos en el cual el narrador es omnisciente.
Escribis re bien Bruno... me encantó Smile
Gabo M. D.
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Mensaje por Moui Mar 20 Abr 2010, 20:45

fa lo lei y como que...en 2 palabras: SOS GROSO.

dedicate a escribir libros Wink editroial CHPU Very Happy
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Mensaje por Flo Malfoy Mar 20 Abr 2010, 21:48

Bruno: tal vez si todos leemos esto a simple vista decimos: ffa que groso, a full esto...etc etc etc.
Pero lo que pienso de estas redacciones esta mas alla: te hace reflexionar de la vida misma. y eso es lo destacable, la manera en que haces reflexionar a las personas... Realmente me encanto... Y espero que no cortes con esa 'racha de inspiracion' que estas teniendo ultimamente. felicitaciones!
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Mensaje por Ron Weasley Mar 20 Abr 2010, 22:02

Muchas gracias, Flo, Gabo y Moui. Me alegro que les haya gustado. Por ahí anda el otro si les dan las bolas -y los ovarios-.
En serio, de verdad gracias.
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Mensaje por Dimitrius Crowld Mar 20 Abr 2010, 22:14

Esta genial :O
Seguí escribiendo Bruno xq la verdad que escribis genial xD
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Mensaje por Jazz Malloy Lun 10 Mayo 2010, 20:04

Wii! lo lei! XD
Me gustó mucho la verdad, creo que mas que el otro, y tambien, me hizo acordar mucho a "El gato negro"...
segui asi Bruno!!!!!! ^^
Si tenes mas subilos!
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Mensaje por nico_potter Lun 10 Mayo 2010, 20:20

esta bueno, y en cierta manera tiene razon xd
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Mensaje por Saant Mar 11 Mayo 2010, 00:10

Me gusto, veo ( por lo que lei ) que cuando tus personajes tienen una aversion o un a mala espina sobre un dia, mueren en el mismo, de forma desgraciada, es raro, pero no quita que me guste.
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Mensaje por Victor Krump Mar 11 Mayo 2010, 00:42

La verdad me encanto. Reflexionas mucho con este texto y me encanta como escribis...Yo tmb escribí un texto pero no es un cuento sino algo mas filosófico, talvez lo suba. En este momento estoy escribiendo algo sobre la autocritica. Sos un genio loco, la verdad es que me haces acordar a Baudelaire, muestra las cosas tal cual son , y seguramente a muchas personas le sucede de estar medianamente bien a estar mal. Y con respecto a lo que estabas deprimido, es cierto, mis textos tmb salen cuando estoy deprimido, es como que la escritura lo descrga a uno, todo lo que tenes adentro lo podes plasmar en palabras y es hermoso... te felicito y espero que leas el mio jeje
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